¿Relojes automáticos o de cuarzo? Relojes 09/12/2020

Seguro que más de uno ha oído hablar de los términos “automático” o de “cuarzo” a la hora de comprarse un reloj, sin embargo, no todos tienen muy claro a que se exponen, o cómo influyen en el funcionamiento de un reloj. En Balclis nos gusta tener a nuestros usuarios siempre informados, así es que sin más  dilación vamos a tratar de explicarles las diferencias entre ambos.

  1. Diferencias

Los términos “automático” o de “cuarzo” tienen que ver con la pieza de fuerza que actúa sobre las manecillas del reloj. En ese sentido, por un lado, nos encontramos con los relojes automáticos, que emplean la energía cinética, por lo que requiere una pieza para moverse, y, por otro lado, los relojes de cuarzo, que funcionan bien a través de una pila o batería.

 

Es cierto que los relojes mecánicos son más dados a pasar de generación en generación, pese a que las piezas de repuestos son de alta calidad y necesitar unos cuidados muy exhaustivos al requirir la revisión de un especialista mínimo cada cinco años. Obviamente la mano de obra para su ajuste sólo puede llevarse a cabo por maestros relojeros para así asegurar su rendimiento, y todo ello hace que su mantenimiento eleve sus costes.

De lo contrario, los relojes de cuarzo ni que decir que son mucho más pragmáticos, de modo que en el momento en el que empiezan a fallar, pues simplemente con el cambio de pila vuelven a dar la hora como el primer día. Eso no quiere decir que estén exentos de reparaciones o revisiones, ya que quizás por su bajo coste se cuidan menos estando expuestos a situaciones de mayor riesgo, como por ejemplo sumergirlos en el agua, lo que al fin y al cabo también supone que un especialista lo trate para que el sellado último sea perfecto.

       2. Cuestión de gusto

La principal “desventaja” por así decirlo de los relojes automáticos, y más en los tiempos que corren, es la precisión. Año tras año el reloj va desfasándose en segundos y minutos, hasta el punto que deberemos ponerlo en marcha de manera regular. En ese aspecto, los relojes mecánicos si que son de menor precisión que los de cuarzo.

Ahora bien, también entra en juego su atractivo, ya que son relojes que recuerdan al auténtico arte de los maestros relojeros. Por esta última razón los aficionados o coleccionistas a los relojes más refinados suelen decantarse por este tipo de reloj, en el que se combina ya no solo la complejidad de su mecanismo, sino también su belleza. Es normal que su rendimiento se vea afectado por el paso del tiempo, pero… ¿acaso no lo hacemos todos?

Como habrán podido comprobar, este último caso se trata de una relación mucho más subjetiva, entre persona y reloj, y no tanto como dueño y complemento, y es que realmente los auténticos amantes de los relojes saben muy bien valorar y apreciar el carácter que representa un reloj automático.

No obstante, los relojes de cuarzo también tienen sus ventajas, y si son de los que se inclinan más por tener un mayor exactitud y rapidez a la hora de hacer cambios y revisiones, ya saben cuál es su opción.

A fin de cuentas, nosotros no podemos decir que un tipo de reloj sea mejor o peor que otro, sino todo lo contrario, y es que se guíen por el que preferiblemente se adecue mejor a sus necesidades u preferencias.