¿Qué tipo de juguetes son considerados piezas de coleccionista? Antigüedades 07/11/2022
Hoy en el post de Balclis os hablamos acerca de los juguetes, estos bonitos objetos que los más pequeños han utilizado para divertirse desde antaño. Pero de todos los tipos, formas y materiales con los que están hechos, ¿qué tipo de juguetes son considerados piezas de coleccionista?, y ¿dónde comprar juguetes antiguos dignos de coleccionar?
Juguetes de hojalata
Los pequeños objetos de cartón, de madera o incluso los famosos soldados de plomo, son juguetes muy habituales, pero quizás los de hojalata son los que cuentan con un mayor número de adeptos, es por este mismo motivo que los podrás encontrar fácilmente en subastas de juguetes antiguos. Estos fueron característicos del empuje de la Revolución Industrial y desbancaron a los juguetes caseros que tradicionalmente eran habituales y que se elaboraban en madera o trapo. Desde el siglo XIX la producción seriada fue en aumento y cada fábrica competía por ofrecer objetos de más éxito.
Ingleses y alemanes fueron pioneros en la elaboración de hojalatas estampadas representando personajes, animales, vehículos o barcos… que ocasionalmente estaban dotados de algún mecanismo de movimiento. En el siglo XX, quizás sean los coches y los trenes eléctricos los que han gozado de mayor predicación y si se hallan en buen estado, pueden tener un valor importante. El hecho de ser objetos con marca o procedencia rastreable, ha hecho que tengan unos ingredientes de gran atractivo para los coleccionistas de juguetes antiguos.
Las Muñecas y su evolución en el tiempo
Una de las tipologías más claramente relacionables con los juegos infantiles, han sido tradicionalmente las muñecas. También sus características estéticas, el reflejo que suponen de la moda, su ejecución técnica y sus marcas, han potenciado que sean objeto de un gran coleccionismo.
Tradicionalmente eran realizadas en madera, en cera, en cartón piedra, de trapo, entre otros materiales, pero fue en Francia a mediados del siglo XIX donde empezaron a realizarse en porcelana y más concretamente en biscuit. Esta materia proporcionaba un aspecto satinado y naturalista, además de unas tonalidades suaves, que tendrían un éxito arrasador. Mientras que las cabezas y las manos se realizaban en aquel material, solían añadirse ojos de vidrio y pelucas de cabello natural, mientras que los cuerpos solían hacerse de madera o de composición (“papier maché”).
Los avances progresivos llevaron a que los ojos fueran de efecto durmiente o a que hubiera sonido de llanto o a que los cuerpos fueran articulados o incluso andadores. Las manufacturas francesas como Jumeau, Bru, Fernand Gaultier o Rabery & Delphieu, con sus modelos de “Bebes de Paris” o sus “maniquís” a la moda del momento triunfan aún hoy enormemente y especialmente los ejemplares de boca cerrada son particularmente valorados.
Entrando en el siglo XX, las muñecas alemanas también tuvieron un gran éxito, particularmente los “bebés de carácter”, destacando los de la marca Simon & Halbig. Otros materiales y modelos del siglo pasado también son motivo de activo coleccionismo, como las muñecas de fieltro italianas Lenci o las españolas de composición Mariquita Pérez.