El vidrio de bohemia de los siglos XVII y XVIII: fantasías esmaltadas Escultura 31/01/2024
Desde el mundo antiguo y el islámico de la Edad Media hasta el Renacimiento mediterráneo, la decoración del vidrio con esmaltes de colores tuvo una fuerte incidencia. El inmenso impulso de la tradición de la vidriería centroeuropea, particularmente de Bohemia, también provocó la creación muy abundante de piezas coloreadas con esta técnica desde el siglo XVI. Sin embargo, fue entre los siglos XVII y XVIII cuando un desarrollo enorme de la producción de vidrio y cristal de uso y de prestigio de todos los tipos, situó la creación de los cristaleros y de las potentes manufacturas de aquel país como protagonistas en Europa y en el mundo conocido. No solo esto, sino que marcaron también los gustos y las modas que seguirían muchos otros países, particularmente en las piezas y servicios de tipo más refinado. Al altísimo nivel de las producciones iba unida una gran estructura comercial, consiguiendo que aquella cultura técnica y estética se difundiera por todas partes.
Los más variados tipos de frascos y vasos.
El vidrio de Bohemia esmaltado producía dos grandes bloques bastante diferenciados. Por un lado, los ejemplares más cristalinos, sofisticados y de ejecución y acabados más perfectos. Estos a menudo combinaban varias técnicas, como el tallado, el grabado, el dorado y el esmaltado, y evidentemente resultaban los más costosos y destinados a un público más acomodado.
Copa de cristal de Bohemia grabado y esmaltado en grisalla, con espiral en rojo en el interior del vástago.
Probablemente Kronstadt, hacia 1720-1730. Subastada en Balclis en 2020.
Por otro lado, un tipo de piezas más popular y de elaboración más resolutiva, de vidrio soplado, acabado más rápido y con decoraciones de gran encanto, frescas y de gran eficacia, pero menos detalladas y lujosas. De este último tipo de objetos es del que encontramos más ejemplares en España. Lo cual nos indica que se debieron importar en abundancia. Normalmente son vasos o frascos, que debían utilizarse en ambos casos para contener licores. Pero también se elaboraban jarras de cerveza, copas y diversas piezas de uso. Normalmente se hacían en vidrio incoloro, pero también las había en vidrio opalino blanco o en azul y ocasionalmente en otros colores.
Frascos en vidrio esmaltado de Bohemia del siglo XVIII. Uno con decoración vegetal y el otro con un arlequín.
El segundo conserva su tapón de peltre. A la derecha “tankard” (típica jarra centroeuropea con tapa) también esmaltada y
con cobertor de peltre, pero del siglo XVII. Las tres serán subastadas en Balclis en la próxima subasta de marzo 2024
Vaso en vidrio esmaltado de Bohemia del siglo XVIII.
Vendido en Balclis en la subasta presencial de marzo de 2021
Vaso en vidrio esmaltado de Bohemia del siglo XVIII.
Vendido en Balclis en las subastas online de 2020.
La policromía
Los colores utilizados en el esmaltado de este tipo de piezas eran los primarios y básicos. Amarillo, rojo, azul medio (ni azul cielo ni cobalto intenso), verde, blanco son los más usados. El negro se aplica para los perfilados que marcan el dibujo con detalles esquemáticos. Se muestran nítidos, usados directamente, sin gradaciones en los tonos, aplicados directamente en estado puro. Muy ocasionalmente se mezclan el blanco y el rojo, variando un poco los matices.
Decoraciones variadas y fantasiosas
Los motivos figurativos son considerablemente esquemáticos, con un aire casi cómico cuando hay figuras. Los animales, como pájaros o perros entre otros, eran plasmados de forma ágil y sencilla. Los frascos a veces llevan un personaje en la cara principal, tanto con indumentaria campesina como aristocrática, que suele estar representado en alguna ocupación. Un efecto parecido ofrecen los corazones y los elementos de derivación vegetal, que se muestran todavía más simples y que se desplegaban en esquemas muy simétricos o en ramas diagonales, creando arquetipos que se harían muy característicos de estas producciones y que fueron repetidos incansablemente. Las palomas sobre un corazón eran usuales y eran un símbolo de la unión matrimonial.
Vaso en vidrio esmaltado de Bohemia con dos palomas sobre un corazón del siglo XVIII.
Vendido en la casa de subastas Balclis en la subasta presencial de mayo de 2022
Los modelos de alabanza monárquica presentan los escudos correspondientes de los reyes del momento, con los detalles heráldicos necesarios, pero también de ejecución rápida. Suelen ser habituales las piezas dedicadas a Carlos III y a Carlos IV y las dedicatorias (que siempre eran escritas en blanco) solían presentar caligrafías de tipo germánico y abundantes faltas de ortografía o gramática. Esto demostraba que no eran piezas hechas en España, sino que se hacían para exportar y que quien copiaba el texto no estaba familiarizado con el idioma castellano.
Vaso en vidrio esmaltado de Bohemia con saludo a Carlos IV de finales del siglo XVIII.
Vendido en Balclis en la subasta en sala de mayo de 2022
El estilo solía ser fresco y ágil, de gran vivacidad y escaso detallismo, propio de una ejecución nada académica, pero profesional y segura. Podemos decir que las decoraciones estaban más cerca de la loza que de la porcelana o a la pintura de caballete, siempre más sofisticadas y aristocráticas. Estos pequeños objetos, han sobrevivido al paso de la historia, pasando de vitrina en vitrina o de estante en estante, siendo testimonios de un trabajo artesanal y de una estética que muestran la gracia y la calidad de unas piezas de uso que han pasado a ser encantadores objetos emblemáticos. Por su gran difusión por la geografía europea (e incluso americana) se ha pensado que ocasiones pudieran ser vidrios hechos en otras latitudes, obrados por vidrieros/esmaltadores centroeuropeos.